Una tarde por el "Port d´Eivissa". Aún no han llegado los grandes yates, pero sí los cruceros que después de atracar, abren sus puertas y dejan que los cientos de turistas que llevan a bordo bajen a descubrir las calles de la ciudad. Multitud de veleros aguardan a los días propicios, en que sus propietarios se animen a surcar las aguas de la isla.