No sólo de playa y sol podemos estar en esta isla maravillosa de Ibiza; si queremos perdernos por sus zonas interiores descubriremos el encanto de lo pequeño y lo grande, de la quietud y el movimiento, de lo esencial para vivir, de la riqueza de lo austero y sencillo. Santa Inés de Corona, en el municipio de San Antonio, es un claro ejemplo de uno de esos pueblos interiores de carácter rural. En febrero su valle, llamado Es Plá de Corona, queda practicamente blanco por sus almendros en flor, que según cuentan en una leyenda, los hizo plantar un rey árabe como obsequio a su esposa originaria del norte, para que por lo menos una vez al año pudiera recordar de alguna manera esos parajes cubiertos de nieve de los cuales sentía verdadera añoranza.
Si entráis en la pequeña iglesia de Santa Inés, os sobrecogerá la humilde sencillez convertida en la magnitud de la belleza pura.
En fin, magnifico lugar salpicado de casas rurales típicas de nuestra aquitectura ibicenca, dar paseos a pie, descubrir rincones y acantilados como los que conducen a las Puertas del Cielo, comer productos del lugar y descansar. La riqueza de la vida sencilla en Eivissa, si es lo que buscas.
